Paneles solares
Si quieres ahorrar dinero en la factura de la luz, es hora de que pienses en pasarte a los paneles solares. Se trata de una alternativa interesante porque no hay riesgo de contaminación por dióxido de carbono.
De este modo, estarás contribuyendo a proteger el medio ambiente. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo instalar tus paneles solares.
¿Cuáles son los diferentes tipos de paneles solares?
Existen diferentes tipos de paneles solares: paneles térmicos y paneles fotovoltaicos. Los paneles fotovoltaicos captan la luz de los rayos solares y la convierten en electricidad.
Los paneles térmicos utilizan el calor de los rayos solares para producir agua caliente. Gracias a las diversas subvenciones disponibles para la instalación de estos paneles, se puede obtener un rendimiento muy bueno y un sistema eficiente.
También existen paneles solares policristalinos y monocristalinos. Los paneles policristalinos tienen células de silicio que no son de un solo color.
El color de estos paneles cambia, pero el aspecto azulado sigue siendo dominante. Gracias a sus cristales orientados hacia el exterior, canalizan fácilmente la luz ambiente.
Los paneles monocristalinos tienen células de silicio negras y todas están orientadas en la misma dirección. Producen electricidad por radiación directa. Ambos tipos de paneles tienen una eficiencia similar.
También hay paneles de alto rendimiento que son monocristalinos. Tienen una eficiencia superior al 18%. Se reservan para pequeñas superficies de tejado.
En el caso de la energía solar hidráulica, el principio está diseñado de forma diferente, ya que dispone de un sistema de colectores térmicos con tubos provistos de aletas que permiten la circulación del agua. Su función se limita entonces a la producción de agua caliente. La energía solar térmica aerotérmica se basa en el principio de la circulación del aire en los colectores térmicos. El panel se calienta por contacto con los absorbedores.
Consejos sobre dónde instalar los paneles solares
Evite las zonas sombreadas durante el día: es mejor elegir una zona bien despejada, en el tejado o en el suelo. No debe estar a la sombra de árboles, edificios vecinos o chimeneas. Ten en cuenta que la sombra se desplaza durante el día y que es necesario vigilar que no llegue a los paneles en determinados momentos.
Considera el mantenimiento de los paneles: en cualquier situación, tanto si lo haces tú mismo como si lo encarga un profesional, los paneles deben ser fácilmente accesibles.
Algunas tareas de mantenimiento son relativamente sencillas de realizar sin la intervención de un profesional. Puede hacerlo si sus paneles están fuera de garantía o si sólo se trata de comprobar su funcionamiento.
El micro inversor puede cambiarse rápidamente, ya que está enganchado.
Piensa de antemano en la orientación y la inclinación de los paneles: si los paneles están perfectamente colocados, seguro que ofrecen un mayor rendimiento.
Facilita el acceso al kit solar para limpiar los paneles: la lluvia limpia los paneles solares con mucha facilidad, pero esto puede no ser suficiente. Es posible que tengas que limpiarlos y cuanto más accesible sea, mejor.
¿Cómo elegir?
Elegir bien es la clave para ahorrar más o menos dinero.
Seleccione el tamaño adecuado que se adapte perfectamente a sus necesidades energéticas. Hay que hacer un cálculo sencillo sobre la potencia de los aparatos eléctricos y el número de horas de uso al día.
También hay que tener en cuenta la cantidad de luz solar. El rendimiento del panel solar varía en parte con el sol, su calor es necesario para obtener electricidad suficiente.
También hay que tener en cuenta la potencia del panel, sobre todo si no se dispone de mucho espacio.
Por último, la tecnología también es un criterio de elección. En una zona con poca luz solar, los paneles monocristalinos son más recomendables. Si el tejado está perfectamente soleado, se puede optar por los policristalinos.
También hay que comprobar las garantías que ofrece el fabricante.
La instalación propiamente dicha
Lo mejor es recurrir a un instalador profesional. Si tienes verdaderos conocimientos de bricolaje, puedes ponerte manos a la obra con las herramientas adecuadas.
Recuerde instalar la membrana del tejado u otro sistema de impermeabilización y el panel en los raíles previstos. A continuación, conecte el inversor a la red. A continuación, conéctalo a tu aparato eléctrico.