Al igual que otras energías renovables, la energía fotovoltaica tiene sus detractores que no dudan en mezclar rumores ciertos e informaciones falsas sobre su impacto medioambiental. Echemos un vistazo a la energía solar y descubramos qué es real y qué no.
¿Contamina la fabricación de células fotovoltaicas?
Como cualquier producto industrial, una célula fotovoltaica se compone necesariamente de diversos materiales cuya extracción no es neutra desde el punto de vista medioambiental y social.
La producción de paneles solares en China, fuertemente fomentada por subvenciones estatales, se ha disparado en los últimos años y ha contribuido a una considerable caída de los precios, con demasiada frecuencia en detrimento de los trabajadores de las plantas de producción y de la naturaleza.
En China, además de los bajos salarios y las condiciones de trabajo extremas, en los últimos diez años se han denunciado y documentado escándalos de emisiones masivas de polvo de silicio (materia prima de la célula fotovoltaica, disponible en abundancia) a la atmósfera y de contaminación causada por las operaciones de refinado del silicio.
Sin embargo, ahora es posible limitar considerablemente los impactos medioambientales y reciclar los productos de las operaciones de refinado, que es lo que hacen cada vez más empresas.
Las innovaciones en las técnicas de extracción y refinado también han permitido mejoras significativas.
Los productores europeos -incluidos los españoles- también tienen un papel que desempeñar a la hora de abordar los impactos medioambientales de la industria fotovoltaica a lo largo de toda la cadena de producción.
Un ejemplo es Voltec Solar, cuyos paneles solares producidos en Alsacia tienen una tasa de reciclado de casi el 100%, una solución para limitar la necesidad de materias primas.
¿Se pueden reciclar realmente los paneles solares?
Sí, el reciclado de paneles solares ha evolucionado considerablemente y aún debe fomentarse. Hoy en día, al final de su vida útil óptima (estimada en unos 25 años, tiempo durante el cual se garantiza al menos el 80% de su potencia inicial), los paneles fotovoltaicos, tanto si han sido construidos en China como en Europa, pueden reciclarse en un porcentaje del 95 al 99% para la mayoría de los fabricantes.
En España y en Europa se están organizando canales de reciclaje de paneles fotovoltaicos, sobre todo desde la creación en 2007 de la asociación PV Cycle, que agrupa a los fabricantes europeos de paneles fotovoltaicos para organizar la recogida y el reciclaje.
Desde 2014, los fabricantes e importadores de paneles fotovoltaicos tienen la obligación legal de recuperar gratuitamente los equipos solares al final de su vida útil.
Y están obligados a contribuir económicamente a la recogida y el tratamiento de los residuos.
Estos esfuerzos no sólo limitan la necesidad de materias primas, sino que también reducen la dependencia de los paneles solares importados de China.
¿Y las tierras raras en los paneles solares?
Contrariamente a la creencia popular, la inmensa mayoría de los paneles fotovoltaicos no contienen «tierras raras», grupos de metales (utilizados en los teléfonos inteligentes, por ejemplo) cuya extracción y refinado son altamente contaminantes.
La inmensa mayoría de los paneles solares están fabricados con silicio cristalino, un elemento que se extrae de la arena o el cuarzo y que, al igual que el vidrio, es 100% reciclable.
Estos paneles solares también contienen elementos de plata, aluminio o cobre y, según el modelo, plástico.
Cubren el 90% del mercado solar. Otras tecnologías fotovoltaicas utilizan metales raros y controvertidos (no «tierras raras»), pero representan menos del 10% del mercado. También se están estudiando células de tercera generación fabricadas con moléculas orgánicas.
En todo el mundo, la principal fuente de consumo de los elementos conocidos como «tierras raras» está en los nuevos equipos informáticos: tablets, smartphones, etc.
También se encuentran en todas las centrales de carbón, gas y nucleares. Este consumo creciente es preocupante porque la extracción de estos elementos causa muchos daños sociales y medioambientales. Pero los paneles solares no tienen nada que ver.